lunes, diciembre 18, 2006

Conciertos Navidades 2006


Estas Navidades estamos tocando bastante, hemos incluso debutado con la nueva formación Slow Band. Somos más o menos los mismos pero en vez de Ruba está Maya a la batería. Con Clerembault dimos este fin de semana un concierto en el Bar de Blas que también era fiesta de disfraces, tal y como puede apreciarse...

Cacabelos


Viaje a Cacabelos en el puente de Diciembre!!! Las Médulas, Ancares, El pulpito de Lugo... ¿Quién quiere más? esta foto es de una palloza de los ancares, uno de los lugares más bonitos de España

viernes, noviembre 24, 2006

Pink Floyd


Un dia extraño de resaca. Lluvioso. Nueva bronca con Mon... ¿cómo le irá a Miriam? espero que bien. Posibilidad de entrar en un grupo nuevo cuya música realmente no me interesa, cuando encima estoy en otros tres y apenas tengo tiempo. Le compro a mi padre un bonsai. Martin Pineda protagonista de nuestro corto. Un alto en el camino para reflexionar sobre lo absurdo que es el mismo acto de reflexionar. La vida pasa sin que apenas nos de tiempo de nada. Es todo tan extraño... Un buen dia para escuchar a Pink Floyd.

martes, noviembre 21, 2006

Umberto Eco

El genial y por mi idolatrado Umberto Eco me tiene estos dias entretenido con su "Historia de la belleza". Profusamente ilustrado hace gala de una erudición notable y un fino sentido del humor. Muy recomendable. Y como dijo Umberto en una entrevista realizada por el diario germano Sueddeutsche Zeitung: - No me hubiera gustado cenar con la Venus de Milo ni la Mona Lisa porque la primera de ellas es demasiado musculosa y la Mona Lisa pudo haber sido un travesti

Toma genoma!!

martes, noviembre 07, 2006

André Comte-Sponville


André Comte-Sponville es uno de los más destacados filósofos franceses de la actualidad. Es autor de La felicidad, desesperadamente, El amor, la soledad, Invitación a la filosofía, Diccionario filosófico y el Capitalismo ¿es moral?.
En este nuevo libro, Pequeño tratado de las grandes virtudes, Comte-Sponville analiza en dieciocho capítulos las virtudes capaces de iluminar nuestras vidas.
Para Aristóteles el bien, propio del hombre, es la actividad del alma dirigida por la virtud; y si hay muchas virtudes, dirigida por la más alta y la más perfecta de todas. Aristóteles le agrega algo: que estas condiciones deben ser realizadas durante una vida entera y completa porque una sola golondrina no hace verano como no lo hace un solo día hermoso; y no puede decirse tampoco que un solo día de felicidad, ni aun una temporada, baste para hacer a un hombre dichoso y afortunado.
Para Comte-Sponville, en cuanto al bien, sólo existe en la pluralidad irreductible de las acciones buenas, que exceden todos los libros, y de las buenas intenciones, también éstas plurales pero sin duda menos numerosas, designadas por la tradición con el nombre de virtudes, es decir, de excelencias. El autor cita a Spinoza y como el célebre filósofo, no cree que sea útil denunciar los vicios, el mal y el pecado. ¿Para qué acusar y denunciar siempre? se pregunta. Para Spinoza, las verdaderas enseñanzas de la piedad se expresan con las palabras más corrientes ya que son muy comunes y no menos sencillas y fáciles de comprender. Y, como la salvación y felicidad verdadera consiste en la verdadera tranquilidad de ánimo, y nosotros sólo descansamos de veras con aquello que entendemos clarísimamente..."
El libro está escrito así, en un estilo claro, fácil de entender y el objeto son las virtudes. Comte-Sponville define a la virtud como el esfuerzo para conducirse bien; el bien se define como este mismo esfuerzo, dice. Reflexionar sobre las virtudes es ser conscientes de la distancia que nos separa de ellas. Pensar en su excelencia es pensar en nuestras insuficiencias o en nuestras miserias. La reflexión sobre las virtudes no nos hace más virtuosos, o en todo caso no podría ser suficiente. Sin embargo, dice el autor, gracias a esta reflexión desarrollamos una virtud: la humildad, tanto intelectual, ante la riqueza de la materia y de la tradición, como propiamente moral, ante la evidencia de que carecemos casi siempre de casi todas estas virtudes, a cuya ausencia, no obstante, no podríamos resignarnos ni liberarnos de su escasez, que es la nuestra. Este tratado de las virtudes sólo será útil para quienes carezcan de ellas, dice Comte-Sponville.
Entre las dieciocho virtudes que el filósofo francés analiza, la buena fe resulta por demás importante. La buena fe es o debería serlo la virtud por excelencia de los intelectuales y de los filósofos en particular. Los que carecen demasiado de ella o los que pretenden estar liberados de ella, no son dignos de esos nombres que les adulan y que ellos desacreditan. El pensamiento no es sólo un oficio ni un divertimento, afirma Comte-Sponville.
La buena fe, como todas las virtudes, es lo contrario del narcisismo, del egoísmo ciego, de la servidumbre de uno mismo a uno mismo. Por eso afecta a la generosidad, a la humildad, a la valentía, a la justicia. El autor dice Justicia en los contratos y en los intercambios (engañar al comprador sobre el bien que le vendemos no advirtiéndole, por ejemplo, de tal o cual vicio escondido, es actuar de mala fe y es ser injusto), valentía a la hora de pensar y a la hora de decir, humildad ante lo verdadero, generosidad hacia el otro... La verdad no pertenece al yo: es el yo el que pertenece a la verdad, que lo domina, lo atraviesa y lo disuelve. El yo siempre es mentiroso, siempre es ilusorio, siempre es malo. La buena fe se libera de él y por eso es buena.
Por otra parte, el filósofo afirma que asestar la verdad a quien no la ha pedido, a quien no puede soportarla, a quien la verdad desgarra o abruma, no es tener buena fe: es ser brutal, es ser insensible, es ser violento. Por lo tanto, hay que decir la verdad, o la mayor cantidad de verdad posible, puesto que la verdad es un valor, puesto que la sinceridad es una virtud; pero no siempre, pero no a cualquiera, pero no a cualquier precio, pero no de cualquier manera.
Preferirse uno mismo a la verdad, jamás, dice el filósofo. Ahí es cuando la buena fe va más lejos que la sinceridad, y se impone o vale universalmente.
Para Jean-Paul Sartre, filósofo que también cita Comte-Sponville, mi verdad, como intuición viviente y finitud interiorizada, reciba una limitación externa: no es más que mi verdad (el otro me trasciende. Como en las críticas: "Ha comprendido bien que... pero no ha visto que...") Y, sin duda, el intercambio con el otro hace que él pueda devolverme lo que me ha robado, al señalarme a su vez lo que ha visto más allá que yo. Aunque también puede no hacerlo sí, mi verdad está limitada por la libertad del otro.
Para Sartre, hay hombres que guardan para sí sus verdades para evitar, justamente, la existencia de esos aspectos múltiples, esas dimensiones de la huida. Pero pierden, por ello, el beneficio del don, que es el paso de la intersubjetividad a lo absoluto, y por otra parte, basta que esos aspectos estén virtualmente implicados por la existencia del otro para que toda verdad tenga por sí misma un afuera. Así, la actitud de la generosidad consiste en lanzar la verdad a los otros para que llegue a ser infinita en la medida en que se me escapa.
La alegría proviene de la verdad abierta, dice Sartre. He comprendido el mundo en su totalidad y sigue estando todo él por comprender. Pues si la verdad está detenida, entonces es dato, y la libertad es sustituida por la pasividad. Al mismo tiempo, yo, que me entrego indefenso a los otros con mi verdad, me veo transformado por la mirada del otro en objeto, con mi descubrimiento. Lo que he visto del Ser medirá mi subjetividad y me constituiré en objeto, por mi existencia misma, para los otros. Así se podrá explicar la porción de verdad que he captado en el mundo por por mis complejos, por mis contextos históricos. mi Einstellung.

Las otras virtudes que trata el libro son: urbanidad, fidelidad, prudencia, templanza, valentía, justicia, generosidad, compasión, misericordia, gratitud, humildad, sencillez, tolerancia, pureza, mansedumbre, humor y amor.

Empiezo a conocerme

Empiezo a conocerme. No existo.Soy el intervalo entre lo que deseo ser y lo que los otros me han hecho,O la mitad de este intervalo, porque también hay vida.Soy esto, en fin...Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de zapatillas en el pasillo.Quede yo solo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo.Es un universo barato.

Fernando Pessoa

jueves, octubre 26, 2006

Nuevo blog

La asociación Al pan pa y alpino pino, de la que soy miembro y socio fundador, ha creado un blog en el cual reflejar el resultado de sus trabajos:

http://alpanpanyalpinopino.blogspot.com/

lunes, septiembre 04, 2006

La Cura

Te protegeré de los miedos a la hipocondría
de los transtornos que desde hoy encontrarás por esta vía
De las injusticias y las mentiras de tu tiempo
de los fracasos que por tu talante facilmente atraerás
Te aliviaré del dolor y de tus cambios de humor
de la obsesión que hay en tus manías
Superaré las corrientes gravitacionales
el espacio y la luz y envejecer no podrás
Te curarás de cada uno de tus males
porque eres un ser especial
y yo siempre te cuidaré ...

Vagaba por los campos del Tennessee(como había llegado no sé)
¿No hay flores blancas para mí?
más veloces que águilas mis sueños
atraviesan el mar

Te donaré sobre todo el silencio y la paciencia
recorreremos unidos las vías que llevan a la esencia
Y perfumes de amor embriagarán nuestros cuerpos
la bonanza de agosto no calmará nuestro ardor
Tejeré tus cabellos como trenzo mi canto
conozco las leyes del mundo y te las regalaré
Superaré las corrientes gravitacionales
el espacio y la luz y envejecer no podràs
Te salvaré de cada melancolía
porque eres un ser especialy yo siempre te cuidaré ...

Yo sí siempre te cuidaré

Franco Battiato

viernes, agosto 25, 2006

Viaje a Bretaña, Normandía y algún sitio más...

Por fin, otra vez en la tierra de las crepes y de la sidra!! Un viaje genial del que tal vez lo mejor ha sido:


La Iglesia de Notre Dame la Grande de Poitiers




















La Catedral de Rouen




















Y de donde se han venido unos disquitos de Dan Ar Braz y Soïg Sibéril, los de este último comprados en la ciudad donde se grabaron, en Quimper

jueves, agosto 03, 2006

La momia de Carlos V


En la edición digital de El País me encuentro con la sorprendente noticia de que van a buscar malaria en la momia de Carlos V. Al parecer, la momia del insigne emperador está en El Escorial, y el estudio se hará sobre la falange de un dedo de la misma. Lo que me alucina realmente es una foto que acompaña a la noticia y en la cual se ve lo que yo diría que es un grabado de dicha momia. Según comenta el propio Julián De Zulueta, científico que acometerá el estudío, él jura recordar aún hoy, con gran nitidez, una foto aparecida en un diario francés en 1936: un miliciano aparecía abrazado a una momia muy bien conservada, con barba y los ojos abiertos. En plena época de asaltos a lugares religiosos en España, la foto, dice De Zulueta, era de la momia de Carlos V.

He estado buscando esta foto en la web pero no he logrado encontrarla. Solo pensar lo que sentiría frente a la momia de Carlos V me acojona. Un temor reverencial que se transformaría en gemidos guturales del tipo:- No soy dignooooo...

Páginas chulis

Ahí van unas cuantas páginas chulis para los momentos de asueto:

http://memorabilis.blogspot.com/
http://jacarasreales.blogia.com/
http://locurachina.blogspot.com/
http://www.elfloridobyte.com/
http://kirai.bitacoras.com/

Romane


He redescubierto el manouche o gipsy jazz. Stochelo Rosenberg, Lagrene... Sin embargo Romane es un tipo que me sigue sorprendiendo. Recuerdo haber escuchado hace ya cosa de un año su disco Quartet pensando: ¿merecerá la pena con una portada tan cutre? Y la merecía. El tipo toca y mucho, y por si fuera poco tras oir casi toda su discografía he comprobado que incluso ha mejorado. Django estaría contento.

Por donde empezar:
http://www.djangostation.com
http://www.gypsyjazzguitar.com

Bookcrossing

Gracias a Mónica el bookcrossing ha entrado en mi vida. Tras la infructuosa búsqueda de un libro liberado en Burgos, el gusanillo de dejar libros en libertad nos ha picado y durante unos días ha sido el tema central de conversación:

http://www.bookcrossing.com

jueves, julio 13, 2006

Cita

Esta tarde en la "Palabra de Burgos" (muy buena revista por cierto, teniendo en cuenta que es gratuíta) viene una cita que me ha gustado:

"La ignorancia está más cerca de la verdad que el prejuicio" [Diderot]

A ver si me la aplico ;-)

Por cierto, muy buenos los chistes de Paula

viernes, junio 23, 2006

lunes, marzo 13, 2006

Concierto acústico en el Carabas



El pasado sábado hemos dado nuestro primer concierto acústico, en el Carabas. No ha estado mal la experiencia, esperamos que nos habra puertas para tocar en sitios donde no se puede meter mucho jaleo.

jueves, enero 12, 2006

Tabaquería

Tabaquería

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie
sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada
por la gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente
evidente,
con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y
los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y
cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la
carretera de nada.
Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de
la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a
la ida.
Hoy me siento perplejo, como quien ha pensado y
opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real
por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real
por dentro.
He fracasado en todo.
Como no me hice ningún propósito, quizá todo no
fuese nada.
El aprendizaje que me impartieron,
me apeé por la ventana de las traseras de la casa.
Me fui al campo con grandes proyectos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual que la otra.
Me aparto de la ventana, me siento en una silla.
¿En qué voy a pensar?
¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede
haber tantos!
¿Un genio? En este momento
cien mil cerebros se juzgan en sueños genios como yo,
y la historia no distinguirá, ¿quién sabe?, ni a uno,
ni habrá sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay locos perdidos con tantas
convicciones!
Yo, que no tengo ninguna convicción, ¿soy más
convincente o menos convincente?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no hay en estos momentos genios-para-sí-mismos
soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol
verdadero ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo, aunque
tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más
humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant
ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al
pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que tropieza en mi cabello,
y lo demás que venga si viene, o tiene que venir, o
que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos el mundo entero antes de levantarnos
de la cama;
pero nos despertamos y es opaco,
nos levantamos y es ajeno,
salimos de casa y es la tierra entera,
y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
(¡Come chocolatinas, pequeña,
come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que las
chocolatinas, mira que todas las religiones no
enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad
con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que es de papel
de estaño,
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)
Pero por lo menos queda de la amargura de lo que
nunca seré
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero por lo menos me consagro a mí mismo un
desprecio sin lágrimas,
noble, al menos, en el gesto amplio con que tiro
la ropa sucia que soy, sin un papel, para el transcurrir
de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.
(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
o diosa griega, concebida como una estatua que
estuviese viva,
o patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
o princesa de trovadores, gentilísima y disimulada,
o marquesa del siglo dieciocho, descotada y lejana,
o meretriz célebre de los tiempos de nuestros padres,
o no sé qué moderno -no me imagino bien qué-,
todo esto, sea lo que sea, lo que seas, ¡si puede inspirar,
que inspire!
Mi corazón es un cubo vaciado.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus, me
invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con absoluta claridad,
veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
veo a los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo a los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
y todo esto es extranjero, como todo.)
He vivido, estudiado, amado, y hasta creído,
y hoy no hay un mendigo al que no envidie sólo por no
ser yo.
Miro los andrajos de cada uno y las llagas y la mentira,
y pienso: puede que nunca hayas vivido, ni estudiado, ni
amado ni creído
(porque es posible crear la realidad de todo eso sin
hacer nada de eso);
puede que hayas existido tan sólo, como un lagarto al
que cortan el rabo
y que es un rabo, más acá del lagarto, removidamente.
He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El dominó que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo
desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me
había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy
sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles,
ojalá pudiera encontrarme como algo que hubiese hecho,
y no me quedase siempre enfrente de la tabaquería de
enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo
como una alfombra en la que tropieza un borracho
o una estera que robaron los gitanos y no valía nada.
Pero el propietario de la tabaquería ha asomado por la
puerta y se ha quedado a la puerta.
Le miro con incomodidad en la cabeza apenas vuelta,
y con la incomodidad del alma que está comprendiendo
mal.
Morirá él y moriré yo.
Él dejará la muestra y yo dejaré versos.
en determinado momento morirá también la muestra, y
los versos también.
Después de ese momento, morirá la calle donde estuvo
la muestra,
y la lengua en que fueron escritos los versos,
morirá después el planeta girador en que sucedió todo
esto.
En otros satélites de otros sistemas cualesquiera algo así
como gente
continuará haciendo cosas semejantes a versos y
viviendo debajo de cosas semejantes a muestras,
siempre una cosa enfrente de la otra,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan verdadero como el
sueño del misterio de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni la otra.
Pero un hombre ha entrado en la tabaquería (¿a
comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente encima de mí.
Me incorporo a medias con energía, convencido,
humano,
y voy a tratar de escribir estos versos en los que digo
lo contrario.
enciendo un cigarrillo al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los
pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia,
y disfruto, en un momento sensitivo y competente,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia
de encontrarse indispuesto.
Después me echo para atrás en la silla
y continúo fumando.
Mientras me lo conceda el destino seguiré fumando.
(Si me casase con la hija de mi lavandera
a lo mejor sería feliz.)
Visto lo cual, me levanto de la silla. Me voy a la ventana.
El hombre ha salido de la tabaquería (¿metiéndose el
cambio en el bolsillo de los pantalones?).
Ah, le conozco: es el Esteves sin metafísica.
(el propietario de la tabaquería ha llegado a la puerta.)
Como por una inspiración divina, Esteves se ha vuelto y
me ha visto.
Me ha dicho adiós con la mano, le he gritado ¡Adiós,
Esteves!, y el Universo
se me reconstruye sin ideales ni esperanza, y el propietario
de la tabaquería se ha sonreído.
Álvaro de Campos, heterónimo de Fernando Pessoa