lunes, octubre 22, 2012

Daniel Graan - Prunksaal

La sensación de profundidad de Daniel Graan en el edificio Prunksaal de la Biblioteca Nacional Austriaca...


 

jueves, octubre 04, 2012

Carles Benavent - Un, dos, tres...


El último trabajo de Carles Benavent lleva por título "un, dos, tres..." y es un trabajo de extrema calidad, como no podría ser menos siendo quien es su autor. La apertura a cargo del tema "Don" es una declaración de la musicalidad de Benavent, y me ha hecho pensar en la legendaria versión de Donna Lee que abre igualmente el disco homónimo de Jaco Pastorius en cuanto a ser una especie de declaración de intenciones. El disco transcurre entre el sutil mestizaje del jazz con el flamenco, que a decir del propio Benavent "cuando quiero hacer un blues me sale una bulería y viceversa". Para la grabación ha contado con sus viejos amigos Jorge Pardo y Tino Di Geraldo, así como con Ravid Goldschmidt en el hang, increíble instrumento que aún no entiendo cómo no tiene más reconocimiento popular. Como compañeros fijos en los temas están Roger Mas a los pianos y Roger Blavia en la batería y percusiones. El corte "Scenes d'enfants" de Federico Mompou es de gran lirismo, y merece la pena escuchar todo el disco a buen volumen (sin llegar a causar problemas al vecindario) por la cantidad de matices que tiene. Para ello Benavent utiliza el bajo "Barcelona" obra del luthier polaco Jerzy Drozd, aunque se encarga también de la guitarra en algunos temas. La técnica de Benavent se basa en el uso de la púa, de la que tiene un dominio considerable como atestiguó en su momento doblando las líneas de Paco de Lucía. Ayer me decía un amigo que el buen músico es el que ES músico. Carles Benavent es uno de los instrumentistas que me vienen a la cabeza cuando pienso en esa circunstancia. Está por encima de la técnica, se deja llevar por su intuición y el resultado es una obra llena de ritmo y melodía. Swing y duende en el mismo paquete. Un discazo.


martes, octubre 02, 2012

Reflexiones a la luz de los pixels




 
Pensando en cómo determinada música la asocio a situaciones concretas vividas o no, tal vez la forma de referirse a ello no es que la música describe la vida, más bien la explica. Pero no de una manera que la haga entendible, porque o no se puede comprender o no hay nada que entender, sino que hace que pese a todo lo que hay en contra, nos reconcilia.

lunes, octubre 01, 2012

De la rebelión de Kronstadt a Valery Sablin


En 1921 los marineros de la base naval de Kronstadt se rebelaron por lo que ellos consideraban una traición a los ideales de la revolución de 1917, tras participar activamente en una guerra civil que había dejado al pais en un estado calamitoso y ver cómo los antiguos jerarcas eran sustituidos por otros y las prometidas libertades no eran tales. La rebelión fue finalmente sofocada y los pocos marineros supervivientes que no huyeron a Finlandia fueron ejecutados.

 

Años más tarde, en 1975 tuvo lugar una rebelión encabezada por el oficial naval Valery Sablin, el cual propugnaba una vuelta a los ideales marxistas. Sablin fue juzgado como traidor y ejecutado en 1976.

 


El Nombre (Le prénom)


 

 

País: Francia

Dirección y guión: Alexandre de La Patellière, Mathieu Delaporte

Música: Jérôme Rebotier

Patrick Bruel, Valérie Benguigui, Charles Berling, Guillaume de Tonquedec, Judith El Zein, Françoise Fabian

En un típico piso parisino con muchos metros (todos ellos ocupados, en este caso por un sinfín de libros), y recordando un poco a Polanski en "Un dios salvaje"  se reúnen para cenar por un lado Elisabeth y Pierre (pareja dueña del piso), Claude, amigo íntimo de Elisabeth y Vincent, el hermano de ella. Vincent está en el mejor momento de su vida y esperan a que llegue su pareja Anna, la cual está embarazada. Para aligerar la espera Vincent les propone que adivinen el nombre que le van a poner al retoño. Al revelarles que el nombre elegido será Adolph, que se pronuncia igual que Adolf, ocasionará un terremoto de proporciones impredecibles. Sus amigos (en especial Pierre) se oponen radicalmente debido a las connotaciones nazis del nombre, y tras la llegada de Anna se producirán una serie de revelaciones que les harán pasar por diversas fases de enfados, alegrías, tristezas y reconciliaciones.

La película tiene momentos muy graciosos dentro de la típica tradición de comedias francesas al estilo de "La cena de los idiotas", aunque en determinados momentos flojea un poco, tal vez pecando de un metraje un poco excesivo. Aun así no llega a hacerse pesada, y mantiene la sonrisa en la cara del espectador. Merece la pena verla, y eso teniendo en cuenta que la subida del IVA hace que si antes para ir al cine había que pensárselo y ahora hay que pensárselo más todavía, no es decir poco.